Conociendo la extraordinaria importancia que tiene el magnesio en la síntesis de proteínas, y por lo tanto en la formación de colágeno - que abunda también en las encías -, no nos puede extrañar que un déficit de este elemento conduzca a problemas de encías que sangran y que se reducen, aflojándose en consecuencia los dientes.
Como en la formación de colágeno interviene también la vitamina C, el escorbuto era una insuficiencia de síntesis de la proteína en estos enfermos por falta del reductor (la vitamina C), que permite la unión con puentes de hidrógeno de las tres cadenas de tropocolágeno que constituyen la proteína. Por ello los atacados de escorbuto tenían algunos de los síntomas de los artrósicos; y debido a la reducción de sus cartílagos, tenían dolores en las articulaciones.