Las lesiones musculares son una señal de que el cuerpo no está funcionando en condiciones favorables. Es importante realizar un calentamiento gradual antes de hacer ejercicio para preparar los músculos y evitar cambios bruscos del reposo a la actividad física. Para evitarlas, sigue estos consejos:
1. Opta por un entrenamiento adaptado. La carga de entrenamiento debe adaptarse a tu ritmo de vida. Incluso la actividad física ligera regular, ayuda a reducir el estrés y la fatiga mental. Imponer actividad física a un cuerpo temporalmente debilitado puede agravar los síntomas de fatiga y provocar lesiones. Un descanso elegido corto, puede evitar un descanso forzado de larga duración.
2. Reanuda la actividad física progresivamente. Cualquier práctica deportiva ocasional durante las vacaciones como el senderismo o la bicicleta de montaña debe ser considerada como una carga física inusual. Realiza ejercicios ligeros regulares de fortalecimiento muscular antes de las vacaciones y sesiones de relajación. Así reducirás el riesgo de lesiones.
3. Presta atención a las lesiones musculares. Algunas lesiones musculares más graves que involucran daño a las fibras pueden haber sido precedidas por lesiones menores que no fueron consideradas. Silenciar el dolor y aumentar la actividad física habitual no es la solución a adoptar.
4. Elige un buen calzado. El uso repetido de zapatillas de baja calidad y sin amortiguación puede infligir choques adicionales a un organismo ya traumatizado por el esfuerzo y favorecer la aparición de lesiones musculares.