La contaminación electromagnética se refiere a la sobreexposición a los dispositivos electrónicos y tecnologías inalámbricas, como teléfonos móviles, antenas, routers, electrodomésticos, Wi-Fi, entre otros.
Aunque aún se debaten y estudian sus efectos a largo plazo, algunas personas pueden experimentar sensibilidad electromagnética, que incluye síntomas como dolores de cabeza, fatiga, insomnio y problemas de concentración.
Según la OMS, "La principal consecuencia de la interacción entre la energía radioeléctrica y el cuerpo humano es el calentamiento de los tejidos…las alteraciones en el ritmo cardíaco y en el sueño, así como en la función cognitiva y la presión arterial”. Pero faltan más estudios.
Aquí te presentamos algunos consejos para reducir la exposición y proteger tu bienestar:
- Limita el tiempo que pasas usando dispositivos electrónicos y reduce su uso en situaciones innecesarias, como tener el teléfono cerca mientras duermes.
- Mantén una distancia de 30 o 40 cm del cuerpo al escribir o navegar.
- Evita acercar el aparato a la cabeza (usando audífonos con cable y dispositivos "manos libres").
- Crea zonas libres de Wi-Fi en tu hogar, especialmente en el dormitorio.
- Evita usar el móvil cerca de niños y bebés.
- Evita poner los dispositivos sobre el abdomen o piernas. Colócalos a una distancia prudente.
- Pasa tiempo al aire libre para reducir la exposición y brindar un ambiente más saludable.