¡Los invitamos a leer el siguiente artículo de Dr. José Luis Pérez-Albela, en el que nos explica sobre el interesante efecto nocebo, y la importancia que tienen los pensamientos para crear nuestra realidad!
Han oído hablar del efecto placebo, ¿verdad? Este efecto es el que ocurre cuando los pacientes piensan que están obteniendo un nuevo medicamento, pero lo que realmente están tomando es solo una pastilla de azúcar; pero luego se observa que comienzan a recuperarse de su dolencia como si hubieran estado tomando un medicamento real.
Este efecto placebo también tiene un lado oscuro: una especie de efecto placebo negativo llamado “efecto nocebo”. El efecto nocebo, es lo que sucede cuando le dan a una persona una pastilla de azúcar, y le hacen creer que es un medicamento que tiene efectos secundarios terribles, con lo cual, luego comienza a mostrar esos síntomas.
El efecto nocebo también puede ocurrir cuando un médico le dice a un paciente que una cirugía o procedimiento podría tener resultados negativos: el solo hecho de conocer los riesgos podría afectar negativamente su recuperación. ¡Este es el poder de la sugestión!
Cuando se le ha pedido a alguien que imagine algo, se puede ver en una resonancia magnética que sus lóbulos occipitales, las partes de su cerebro involucradas con la visión, están activadas. Si le dicen a la gente que se imaginen haciendo algo de actividad física, verán que la corteza motora muestra activación. Solo imaginar que algo está sucediendo es suficiente para activar esas partes del cerebro asociadas con ese pensamiento, preocupación o dolor.
Bruce Lipton, biólogo celular y autor de La Biología de la Creencia, dice que "La otra cara del efecto placebo es el pensamiento negativo o el efecto nocebo. Es igualmente poderoso en lo que respecta a afectar su biología como el pensamiento positivo, pero funciona en la dirección opuesta".
Amigos, tengan pensamientos positivos sobre los tratamientos que están recibiendo, y crean que los beneficios superarán con creces los riesgos. Si pueden hacer eso, aumentarán sus posibilidades de obtener un buen resultado.
Si mantienen los mismos pensamientos, tendrán las mismas emociones y su cerebro y su cuerpo seguirán iguales.