Tener hábitos saludables es como construir un sólido cimiento para tu casa: tu cuerpo, que es la base esencial que sostiene todo tu bienestar.
La inversión en tu bienestar hoy tiene un impacto positivo a largo plazo, permitiéndote disfrutar de una calidad de vida sostenible en el tiempo, una decisión que te empodera para vivir la vida al máximo.
1. Calidad del sueño: Establecer rutinas saludables antes de dormir, como evitar la cafeína o desconectar dispositivos electrónicos, contribuye a un sueño reparador. Acostarte más temprano y a una misma hora harán que tengas un buen descanso, fundamental para la función cognitiva, la salud emocional y la regeneración física.
2. Prevención de enfermedades: Una dieta rica en nutrientes, preferiblemente vegana o basada en plantas y la actividad física regular fortalecen tu sistema inmunológico y reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras condiciones crónicas.
3. Practicar la gratitud: Un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology sugiere que expresar gratitud puede contribuir a la satisfacción con la vida. Agradecer por todo, eleva la vibración de tu experiencia de vida convirtiendo cada día en una celebración de la abundancia y de conexión con todo.
4. Ayuno mensual: El ayuno no solo desintoxica el cuerpo, sino que también ofrece claridad mental y espiritual. Una vez al mes, regálate un descanso digestivo, permitiendo que tu cuerpo se recupere y se revitalice. Combina el ayuno con la reflexión personal y la gratitud para una verdadera experiencia de renovación.
5. La magia de la tierra: Camina descalzo sobre la hierba, siente la tierra bajo sus pies. La conexión a tierra, o earthing, ha demostrado reducir el estrés, mejorar el sueño y equilibrar el sistema nervioso. La tierra ofrece una base sólida, una conexión que revitaliza cada célula y te conecta con la energía terrenal que nutre.
6. Terapia del perdón: La salud no es solo física; también es emocional y espiritual. Practicar la terapia del perdón es liberar el peso emocional que afecta tu bienestar. Perdonarse a sí mismo y a los demás es un acto de amor propio. Al liberar resentimientos, abres el espacio para la paz interior y la salud emocional.
7. Proteínas vegetales: Abraza la abundancia de las proteínas vegetales que la naturaleza tiene para ofrecer. Desde la quinua y las menestras hasta el tofu, estas fuentes de proteínas son esenciales para mantener la masa muscular, impulsar la energía y apoyar la salud del corazón. Transforma tus comidas en banquetes proteicos que nutran tu cuerpo y alma.
8. Los frutos secos y semillas: Son pequeños paquetes de nutrición, repletos de grasas saludables, proteínas y minerales. Son aliados para una piel radiante y un cerebro ágil. Espolvorea almendras en tu avena, agrega chía a tus batidos y descubre cómo estos tesoros nutricionales transforman tu día.
9. Agua de la vida: Añade un toque de limón al agua que bebes para hacer de la hidratación una experiencia más nutritiva, refrescante y deliciosa.
10. Hara Hachi Bu. Imitemos a los longevos japoneses, ellos comen hasta estar un 80% llenos, es una parte del secreto de su longevidad. Siente cada bocado y conecta con tu cuerpo. La atención plena transforma no solo lo que comes, sino cómo lo experimentas, creando un vínculo más profundo entre tu alimentación y tu bienestar emocional.
Datos científicos:
Un estudio de Harvard publicado en línea el 30 de abril de 2018, sugiere que todo puede reducirse con hábitos saludables: seguir una dieta saludable, hacer ejercicio diario, mantener un peso corporal saludable, consumir alcohol de manera moderada y no fumar.
Una investigación publicada en Circulation en 2018 concluyó que adoptar un estilo de vida saludable podría reducir la mortalidad prematura y prolongar la esperanza de vida en adultos estadounidenses.
Existen cuatro etapas para el cambio de hábitos:
Contemplación: Pensar en realizar un cambio, pero no estar seguro por dónde empezar.
Preparación: Has tomado la decisión y tienes formas específicas de llevarlo a cabo.
Acción: Estás poniendo en práctica tu plan y realizando cambios y ajustes activamente.
Mantenimiento: Se ha establecido en tus nuevos hábitos, te has acostumbrado a los cambios y estás viendo los resultados.
Puede ser un desafío romper hábitos y agregar nuevos. Intenta verlo como una oportunidad de mejora.
Tips:
Sé realista: Implementar nuevos hábitos será difícil en ocasiones. Recuerda por qué quisiste adoptarlos y mantén expectativas realistas.
Enfócate en lo que importa: Cada día que practicas un hábito, este se fortalece. Refuerza tus hábitos practicándolos diariamente y concéntrate en por qué son importantes para ti.
Sé paciente. Nadie es perfecto cuando se trata de crear hábitos. Algunos días serán más fáciles que otros. No te sobre exijas.