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LA PODEROSA VITAMINA E

 

Recuerdo cuando estaba estudiando medicina y llegó a mis manos un informe de la NASA, en el cual se hablaba de un estudio científico de Jack Bentón y Daniel Menzel. Estos médicos de la NASA hicieron un estudio con ratas, las separaron en dos grupos y a ambos grupos los sometieron a contaminación máxima: humo de cigarro, humo de carros, y humo de fábrica. Querían ver hasta qué punto protege el alfa tocoferol, que es la famosa vitamina E. 


La vitamina E natural, se extrae del aceite de germen de trigo. A solo un grupo de estas ratas le dieron el alfa tocoferol. La sorpresa fue grande porque observaron que la parte de los pulmones de ese grupo estuvo protegida. Desde ahí a la vitamina E se le llamó también la vitamina anti-polución. La vitamina E se potencia y tiene una acción sinérgica cuando se toma con selenio. 


Es un antioxidante y da una mayor vida útil a las células. Probablemente hayas visto óxido en tu bicicleta o automóvil. Un proceso similar de oxidación y envejecimiento acelerado tiene lugar en tu cuerpo cuando las células están expuestas a moléculas llamadas radicales libres. Los radicales libres debilitan y descomponen las células sanas. Estas moléculas también pueden contribuir a las enfermedades cardíacas y al cáncer.


La vitamina E se encuentra en aceites vegetales, nueces, semillas, frutas y verduras, germen de trigo, aceite de girasol, cártamo y soja, semillas de girasol, almendras, ajonjolí, hojas de remolacha, berza, espinaca, calabaza, y pimiento rojo. Te recomiendo siempre tostar los frutos secos antes de consumirlos ya que contienen anti- nutrientes que dificultan la digestión.


La vitamina E es soluble en grasa. Esto significa que tu cuerpo lo almacena y lo usa según sea necesario. Las dosis no deben exceder las 1,000 unidades internacionales (UI) por día si estás usando suplementos sintéticos. Cuando pidas un suplemento de vitamina E pregunta por la forma natural: α -tocoferol.  

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