Dr. José Luis Pérez-Albela
Médico cirujano
Médico naturista
C.M.P. 18164
PERÚ
Las enzimas son la chispa de la vida: controlan todo el cuerpo. Sin ellas no podrías digerir o absorber los alimentos, por lo tanto, morirías sin ellas.
Las enzimas son moléculas orgánicas específicas que se unen a las coenzimas (vitaminas y minerales) para permitir su uso por parte de tu cuerpo. Las vitaminas y minerales no se activan hasta que se unen a las enzimas.
La mayoría de personas tienen una deficiencia enzimática muy pronunciada. Esta falta de enzimas conduce a todo tipo de complicaciones médicas. Una enzima actúa de determinadas maneras en el cuerpo para realizar funciones específicas como:
- Digerir alimentos.
- Descomponer las toxinas.
- Limpiar la sangre.
- Fortalecer el sistema inmunitario.
- Incorporar proteínas a los músculos.
- Eliminar el dióxido de carbono de los pulmones.
- Reducir el estrés en el páncreas y otros órganos vitales.
Heredamos una reserva de enzimas al nacer y esta cantidad disminuye con el paso del tiempo debido a una dieta deficiente en enzimas. A medida que nos volvemos deficientes en enzimas, envejecemos más rápido. Cuanto más almacenemos nuestra reserva de enzimas, más saludables seremos.
Existen siete categorías de enzimas alimentarias:
1. Lipasa, que sirve para descomponer la grasa.
2. Proteasa, que actúa para descomponer las proteínas.
3. Celulosa, que ayuda a descomponer las fibras.
4. Amilasa para descomponer el almidón.
5. Lactasa para descomponer los productos lácteos.
6. Sacarasa para descomponer los azúcares.
7. Maltasa para descomponer los granos.
Según el libro Supervivencia en el siglo XXI, de Viktoras Kulvinskas, la causa del 80% de las enfermedades es causada por alimentos mal digeridos y sus subproductos absorbidos por el cuerpo. Hay dos maneras de conservar y reponer nuestro nivel de enzimas: comiendo frutas y verduras y tomando suplementos de enzimas.
Podemos encontrar enzimas en la papaya, la piña, la palta, el kiwi y en las hojas verdes.