¿Sabías que los malos olores corporales pueden estar relacionados con la forma en la que te estás alimentando, y el exceso de estrés que puedes estar padeciendo?
¡Si quieres saber más sobre este tema, y encontrar una solución en caso de que estés sufriendo este problema, continúa leyendo este artículo!
Son las glándulas que se encuentran en la superficie de nuestra piel y que nos ayudan a segregar el sudor a través de los poros.
Estas glándulas se dividen en dos grupos:
1. Glándulas ecrinas. Son las glándulas sudoríparas que sirven para enfriar el cuerpo cuando éste experimenta una subida de temperatura. Cuando el cuerpo siente mucho calor, el cerebro envía un mensaje a dichas glándulas, para que empiecen a sudar y enfríen al cuerpo, a través de la segregación de un líquido transparente y salado, muy parecido al agua, que no tiene ningún olor.
2. Glándulas apocrinas. Las glándulas apocrinas, en cambio, son unas glándulas sudoríparas que se abren en los folículos pilosos; es decir, que son las que están en las áreas donde es oscuro, hay vellos, y es caliente, como lo son las axilas, la ingle y el cuero cabelludo. Estas glándulas funcionan en respuesta al estrés, y en lugar de segregar un líquido transparente como el de las glándulas ecrinas, segregan un líquido blanquecino más espeso.
En la sustancia espesa y blanquecina que se segrega en las glándulas sudoríparas apocrinas en respuesta al estrés, existen varias bacterias, y una de ellas es la conocida con el nombre de Staphylococcus hominis, que se sirve de ese líquido para crear otro compuesto que se llama tioalcohol, también conocido como tiol, un tipo de alcohol que cuando se evapora produce mal olor.
La forma más fácil de evitar el mal olor corporal expedido por las bacterias que se segregan a través de las glándulas apocrinas es relajando el sistema nervioso, y para ello, se puede realizar lo siguiente:
- Consumir magnesio. El magnesio ayuda a tranquilizar al sistema nervioso, por lo que es un mineral esencial para controlar los niveles de estrés y ansiedad que desencadenan innumerables problemas.
- Mantenerse hidratado. Cuando hay una mala hidratación, la sangre se espesa, el cuerpo se estresa, y, como consecuencia, se activan más las glándulas apocrinas. Es así como las personas que consumen pocos líquidos sudan mucho más que los que toman suficiente agua, porque estresan demasiado al cuerpo. Por ello, es esencial tomar suficiente agua en el día.
- Tomar jugos de vegetales. Los jugos de vegetales tienen muchos minerales que son alcalinizantes y serenan el sistema nervioso; por eso, es esencial consumir este tipo de jugos si se sufre de un grave problema de mal olor corporal.
- Ingerir una dieta libre de azúcares. Es básico realizar una dieta en la que se reduzcan los alimentos que producen mucha glucosa, ya que ésta es la que alimenta las bacterias que se comen el líquido de las apocrinas y crean el tiol.
- Respirar profundo, dormir suficiente, meditar, o realizar cualquier otra actividad que ayude a relajar y tranquilizar al sistema nervioso.