La menopausia es una renovación natural del cuerpo de la mujer, pero lamentablemente, algunas experimentan esta etapa de su vida con poca información.
Por eso, te invito a que leas estas líneas, y a que sepas que se trata simplemente de una nueva etapa de la vida, y que, como toda etapa, también se acaba.
Con la menopausia estarás más libre y tranquila para hacer lo que quieras con tu vida, porque en la mayoría de los casos ya cumpliste con tus deberes de madre.
En la menopausia se produce un cambio hormonal, en donde la mujer vuelve a ser como una jovencita, ya que de algún modo regresa a una etapa muy parecida a la de su menarquía o primera menstruación. Por eso, deja de creer que la menopausia es signo de vejez.
Muchas mujeres piensan que ya no son jóvenes, pero están equivocadas, ¡la vitalidad es algo que se cultiva! Esto lo comprobamos cuando vemos a personas jóvenes con actitudes de personas viejas. La edad cronológica nada tiene que ver con la edad psicológica. La emoción, el optimismo, el entusiasmo, la alegría y la productividad son rasgos que podemos cultivar. Pero depende de uno mismo vivir nuestra adultez con la vitalidad de la juventud, lo que se logra, por supuesto, con una buena dieta y ejercicios.
La menopausia, es el cese del sistema reproductivo de la mujer, que conlleva a un desbalance hormonal y que tiene ciertos efectos en la salud, como descalcificación de los huesos, acidez estomacal, migrañas, sofocos y bajo nivel de alcalinidad en el cuerpo.
Por eso, cuando se acerca la menopausia, es bueno seguir algunos consejos para que la salud física no se vea tan golpeada.
El proceso de la entrada a la menopausia dura de uno a tres años. Por eso, recuerda que todo pasa, todo gira, y finalmente termina.
Durante la menopausia la mujer elimina sal porque suda mucho, tiene bochornos y mucho sueño, como si estuviera gestando. Esto sucede porque se alteran las hormonas igual como ocurre durante el síndrome premenstrual. Por eso hay que evitar alimentos pesados, tomar baños sauna, y cuidar mucho la parte emocional cultivándola con estímulos sanos como la buena música, el baile, el canto, la pintura y el deporte.
Y a las familias de estas mujeres, recuerden que ellas son diosas creadoras que merecen nuestro respeto, apoyo y atención. Por eso, el esposo, los hijos y toda la familia deben ayudarlas a pasar este proceso con comprensión y apoyo incondicional, ya que, si se sienten amadas y respetadas, el tránsito por esta etapa generará menos síntomas y su estado emocional se mantendrá en equilibrio.