Los minerales son nutrientes imprescindibles para que nuestro cuerpo tenga un buen metabolismo. Permiten la elaboración de tejidos y la síntesis de hormonas, e intervienen en las reacciones químicas junto con las enzimas. Nuestro cuerpo no los fabrica; por eso debemos obtenerlos a través de los alimentos, de la respiración, y también absorberlos a través de la piel. Recuerden que para aprovecharlos adecuadamente, es importante seguir una dieta equilibrada.
Alimentos que contienen minerales:
- Zinc, cobre, magnesio: cereales como arroz, maíz, cañihua, trigo, quinua, kiwicha.
- Zinc: legumbres o menestras como lentejas, frejoles, pallares, alverjas, garbanzos.
- Potasio: plátano, naranja, tomate, levadura de cerveza, frutos secos, cacao.
- Azufre: crucíferas (berros, col, coliflor, brócoli).
- Fósforo: maca, almendras, semillas de girasol, trigo, arroz integral, salvado de trigo.
Oligoelementos: conocidos también como microminerales, son los elementos que requerimos en menor cantidad: hierro, yodo, flúor, zinc, cromo, selenio, manganeso, molibdeno y cobre.
Macroelementos: son macrominerales, y son aquellos que necesitamos en mayores cantidades. Entre ellos están: sodio, calcio, cloro, potasio, fósforo y magnesio.
Minerales contaminantes: son aquellos que intoxican nuestro organismo como el mercurio, aluminio, plomo, arsénico y litio. La intoxicación por estos minerales se debe, en la mayoría de los casos, a factores medioambientales.
Oligoterapia: en las últimas décadas, los suelos usados para la agricultura han disminuido su contenido en minerales, por lo cual los alimentos no contienen las cantidades suficientes de estos elementos y se debe complementar la dieta con suplementos adicionales. Esta práctica es conocida en medicina natural como oligoterapia.
El magnesio es uno de los minerales que más necesitamos, y está en las nueces, pecanas, almendras, el ajonjolí, el cacao y en la avena.