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PROBLEMAS CIRCULATORIOS Y SU SOLUCIÓN

Dr. José Luis Pérez-Albela

Médico cirujano

Médico naturista

C.M.P. 18164

PERÚ

 

Se trata de una serie de dolencias y afecciones de los vasos sanguíneos, ya sea por deterioro u obstrucción de los mismos o por alguna falla específica.

CAUSAS

Existen muchas causas para los problemas de circulación de la sangre y se pueden deber principalmente a malos hábitos alimenticios, deficiencia de ciertos nutrientes, exceso de sal, abuso de alimentos acidificantes de la sangre (harinas y azúcar), poca fibra en la dieta y falta de agua o de una buena hidratación. Todo esto puede causar  trombosis, embolia, aneurisma, etc.

Las venas varicosas y aterosclerosis se producen por la acumulación de residuos en sus paredes, la falta de elasticidad y su fragilidad. 

 

Entre las causas más frecuentes tenemos:

  • Trombosis. Es un trastorno vascular que ocurre cuando un coágulo obstruye de manera total o parcial algún vaso sanguíneo. Este fenómeno puede afectar diversas partes del organismo; con mayor frecuencia, sucede en el corazón, el cerebro o las extremidades inferiores. Por lo general afecta a personas con alteraciones en el flujo sanguíneo, con vasos sanguíneos deteriorados, personas poco saludables (fumadores y obesos) y a aquellas que han estado durante mucho tiempo en reposo.
  • Embolia. Es la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo u otra masa extraña de aire o grasa (émbolo). A diferencia de la trombosis, el coágulo que produce la embolia viaja por el torrente sanguíneo, desde donde se formó, hasta otra zona, tapando las correspondientes arterias.
  • Aneurisma. Es la dilatación anormal de una arteria (que adquiere la forma de un globo), ocasionada por algún trastorno o debilitamiento de la pared del vaso sanguíneo. El principal riesgo de sufrir un aneurisma es su ruptura y posterior sangrado, lo cual puede ser fatal.
  • Venas varicosas. Se producen por una falla en las válvulas de las venas; éstas, al no funcionar adecuadamente, permiten la acumulación de sangre, lo que inflama y deforma los vasos sanguíneos. Pueden situarse en cualquier parte del cuerpo, pero, generalmente, aparecen en las venas superficiales de las piernas.
  • Aterosclerosis. Es un trastorno inflamatorio que afecta a las arterias medianas y grandes, producto de la acumulación de placas de ateroma en la túnica íntima de la pared arterial.  El ateroma está compuesto de una capa de grasa y otras sustancias que, con el paso de los años, se va endureciendo, lo que ocasiona el estrechamiento de las arterias.

 

PREVENCIÓN

  • Eliminar las carnes. Opta por una alimentación vegetariana o vegana.
  • Despídete del café, cigarrillos y el alcohol.
  • Elimina todo tipo de frituras (son el principal enemigo de la circulación) y las grasas “trans”. Tampoco ingieras ningún alimento donde indique que contiene grasa hidrogenada, ya que éstas carecen de oxígeno.
  • Evita el estrés con ejercicios físicos y de respiración.
  • Evita estar sentado o parado por mucho tiempo; procura moverte unos minutos cada hora o poner los pies en alto de vez en cuando.
  • No te pongas prendas de vestir apretadas, sobre todo aquellas que opriman las piernas o la cintura.
  • Practica ejercicios aeróbicos (caminar, trotar, correr y montar bicicleta) es la mejor forma de mejorar la circulación sanguínea.
  • Agua. Bebe por lo menos dos litros de agua pura al día.
  • Frutas. Casi todas son ricas en potasio, que ayuda a oxigenar el músculo cardiaco y a prevenir la hipertensión.
  • Alimentación. Aumenta la ingesta de alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados (contienen omega 3 y 6) y vitamina E. Aceites vírgenes prensados en frío, sacha inchi, oliva, germen de trigo, ajonjolí.
  • Fitoterapia. Toma dos cápsulas de ginkgo biloba de 550mg en el desayuno; te ayudará a mejorar los trastornos circulatorios periféricos (de la piel). Toma 10 gotas de Hammamelis para mejorar la circulación de retorno venoso. Toma una infusión de hojas de romero en el desayuno y en el almuerzo (no en la noche); esta planta estimula la circulación sanguínea.
  • Suplementos. Toma una tableta de vitamina C para mejorar la síntesis de colágeno y fortalecer tus vasos sanguíneos. Toma un vaso con el contenido de un sachet de cloruro de magnesio y agrégale jugo de limón y medio vaso de agua.  Toma una dosis en ayunas y otra antes de acostarte.
  • Estírate. Estirarse es un hábito muy saludable, sobre todo a la hora de levantarse, ya que pone los músculos en movimiento de forma suave y se oxigenan. Después de una noche de sueño y de poca actividad física, es bueno poner la sangre en movimiento.
  • Descansa. Descansar unos minutos luego de comer es muy saludable. Durante la digestión, la sangre se concentra en el aparato digestivo y ayuda mucho si no tiene que utilizar toda esa energía, ya que podrá seguir circulando la sangre para sus otras funciones.
  • Baño. Luego de darse una ducha, termina con agua fría para acelerar la circulación sanguínea en tu cuerpo.
  • Dormir. Relájate antes de ir a dormir con una sesión de yoga o escuchando música. 

Finalmente, la clave para una buena salud está en la buena alimentación, el descanso y el ejercicio.

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