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SINDROME PRE MENSTRUAL

Anteriormente se utilizaba el término tensión premenstrual (TPM), pero es inexacto, pues la tensión no es el único síntoma que experimentan las mujeres.  El término síndrome describe la condición con mayor precisión porque significa un conjunto de síntomas.  En sentido estricto, el término sólo cubre los síntomas que ocurren durante las dos semanas anteriores a la menstruación.

 

¿Qué es el síndrome premenstrual?

El síndrome premenstrual (SPM) se registró por primera vez en 1931, pero a pesar de llevar más de 60 años de investigación, los médicos no tienen muy claras las causas de una condición que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.

El SPM suele empeorar con el tiempo; alcanza su época crítica entre los 30 y 40 años de edad, y cesa al llegar la menopausia.  En una proporción de casos que va del tres al diez por ciento, adopta una forma de más gravedad llamada trastorno disfórico premenstrual, cuyos síntomas pueden llegar a ser incapacitantes.

En resumen el SPM es el conjunto de síntomas que experimentan las mujeres antes de cada menstruación, la cantidad de días anteriores varía de una mujer a otra.

Los síntomas del SPM

En orden aproximado de frecuencia con que se presentan, los síntomas más comunes son:

Físicos:

  • Reblandecimiento de los senos.
  • Sudoración o sensación de abotagamiento.
  • Hinchazón.
  • Aumento de peso.
  • Dolor de cabeza.
  • Cambios en el apetito.
  • Deseo de consumir azúcar.
  • Acné.
  • Constipación o diarrea.
  • Músculos o articulaciones rígidos.
  • Dolor o cólicos abdominales.
  • Dolor de espalda.
  • Cansancio.
  • Empeoramiento de condiciones como epilepsia, migraña, asma.

Psicológicos:

  • Depresión o decaimiento.
  • Fatiga, apatía.
  • Tensión / agresividad.
  • Irritabilidad.
  • Torpeza.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Aumento o reducción en el interés por el sexo.
  • Cambios de humor.
  • Necesidad de más o menos sueño.
  • Insomnio.

Factores de Riesgo

Los estudios en mujeres que padecen SPM muestran que existen algunas situaciones relacionadas con un alto riesgo de desarrollarlo.  Las causas más comunes son los trastornos hormonales:

  • Nacimiento de un hijo; aunque el SPM quizá no aparezca sino después del nacimiento de un segundo o tercer hijo.
  • Depresión posparto.
  • Operaciones ginecológicas recientes.
  • Embarazo interrumpido o aborto.
  • Trastornos ginecológicos como endometriosis o quistes ováricos.

Además, parecen existir factores generales de estilo de vida que están relacionados con el SPM:

  • Mala alimentación.
  • Falta de ejercicio.
  • Acontecimientos estresantes, como enfermedades o problemas en las relaciones.

Diagnóstico 

No existen pruebas para el SPM.  Ninguno de los análisis médicos modernos como pruebas de sangre, análisis del cabello, análisis de sudor, etc., pueden diagnosticarlo.  Los médicos que se encuentran ante un caso que sospechan puede ser de SPM, primero tratan de descartar otras enfermedades que puedan ser la causa de los síntomas, antes de calificar a la mujer como paciente con SPM.

Un diagnóstico preciso sólo es posible si se vigilan los síntomas todos los días durante por lo menos dos, de preferencia tres, ciclos menstruales y se observa que estos síntomas sólo ocurren antes de un periodo y nunca en los siete días posteriores.

El diagnóstico preciso es importante para evitar una terapia incorrecta e ineficaz.  Si padece un trastorno de la tiroides por ejemplo, que puede causar síntomas similares a los del SPM, como fatiga e irritabilidad, se beneficiará muy poco con las terapias creadas para aliviar esta afección.

Sugerencias para combatir los síntomas

A continuación presentamos siete maneras para combatir el síndrome premenstrual:

  1. Exponte a la luz: Un estudio inédito realizado por el Dr. Raymond Lam, profesor de psiquiatría de la Universidad de Columbia Británica, indica que la exposición a la luz blanca intensa es benéfica para las mujeres aquejadas del SPM.  Según el estudio, permanecer media hora diaria expuesta a una luz equivalente a la de las primeras horas de la mañana, durante las dos semanas anteriores a la menstruación, puede reducir en 60 por ciento los síntomas del trastorno.  Otro estudio ha demostrado que estar en un ambiente intensamente iluminado por la tarde mitiga la depresión causada por el síndrome.  El Dr. Lam afirma que el solo hecho de pasar más tiempo al aire libre puede brindar alivio.  Una paciente, ha comprobado los beneficios de la luz solar.  “durante la semana anterior a la regla aprovecho cualquier ocasión para salir a tomar el sol, aunque sólo sea unos minutos y el efecto es notable”, dice. 

 

  1. Ejercítate: Los ejercicios aeróbicos practicados con regularidad estimulan la secreción de endorfinas, sustancias de origen encefálico que mejoran el estado de ánimo y combaten el cansancio y los antojos.  Basta caminar a paso veloz durante un lapso de 20 a 30 minutos tres veces a la semana para obtener los beneficios.  El ejercicio también favorece la circulación, lo cual reduce el aumento de peso por retención de líquidos. Los expertos afirman que la actividad física restablece, a la larga, el equilibrio hormonal. El ejercicio reduce la concentración de estrógenos, lo que modera algunos de los síntomas del SPM.  Es importante considerar ejercicios como el yoga o el Tai Chi, que beneficiarán tanto tu cuerpo como tu mente y espíritu.

 

  1. Aumenta tu concentración de serotonina: Contrarrestar la insuficiencia de este neurotransmisor en el organismo podría mitigar muchos de los síntomas anímicos del SPM.  La única manera de hacer que el organismo aumente la secreción de serotonina es ingerir carbohidratos complejos, los cuales están presentes en alimentos harinosos, como las papas, el pan y las palomitas de maíz.  Las investigaciones indican que lo mejor es consumir un bocadillo rico en carbohidratos de dos a tres horas antes de una comida, y no acompañarlo con proteínas ni con grasas, ya que estos nutrientes producen ciertas reacciones metabólicas que contrarrestan los efectos de la serotonina.  Cuando esta medida no da resultado, los médicos a veces prescriben antidepresivos de los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, entre los que se cuentan la fluoxetina (Prozac), la sertralina y la paroxetina.  Estos fármacos, que incrementan la concentración de serotonina en el cerebro, están indicados para los casos en que el SPM causa alteraciones severas o patológicas en la paciente.

 

  1. Ingiere complementos alimenticios: El hígado necesita vitaminas del complejo B y magnesio para que el metabolismo de los estrógenos se realice de manera correcta.  La deficiencia de estos nutrientes interfiere en dicho metabolismo y ocasiona varios síntomas del SPM, entre los cuales se encuentran: hinchazón, antojos y retención de líquido.  El antojo de comer chocolate, por ejemplo, no es más que un aviso de falta de magnesio en nuestro organismo, pues el cacao contiene este nutriente en dosis generosas.

Se recomienda tomar por lo menos dos semanas antes del periodo menstrual un complemento de por lo menos 500 miligramos de magnesio (Magnesol) y una buena provisión de vitaminas del complejo B, en especial de la B6.

 

  1. Consume menos cafeína: Por sus propiedades estimulantes, la cafeína puede causar irritabilidad, ansiedad y mal humor aun en las mujeres que no son propensas al síndrome premenstrual.  Entre las que sí lo padecen, los efectos de la cafeína, al igual que los del alcohol, tienden a ser más marcados.  La cafeína se debe disminuir poco a poco para librarse de los síntomas que provoca la abstinencia, los cuales no harían más que agravar la irritabilidad y la ansiedad.

 

  1. Considera las ventajas de las hormonas “naturales”: Se recomienda ingerir alimentos que contienen hormonas naturales tales como la soya y sus derivados, el ñame, la maca, etc.

 

  1. No reduzca el consumo de sal: En otros tiempos, los médicos solían prescribir una dieta sin sal para evitar la hinchazón causada por el SPM, en la creencia de que este desagradable síntoma era consecuencia de una retención de líquidos causada por el sodio.  Sin embargo, un estudio efectuado por la doctora Beatriz Olson en los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, indica que la falta de este mineral puede resultar contraproducente.  “Las mujeres pierden sodio antes de la menstruación”, explica la especialista.  “Por consiguiente, llevar una dieta sin sal o tomar diuréticos puede agravar síntomas como el cansancio, además de producir mareos.  No por nada el organismo femenino pide sal durante el periodo premenstrual”. La Dra. Olson advierte que sus hallazgos no deben interpretarse como autorización para comer cosas saladas sin restricción, pero recomienda que las mujeres aquejadas del SPM consuman sal poco a poco para saber qué cantidad les sienta mejor.
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