Te invitamos a leer el siguiente artículo del Dr. José Luis Pérez-Albela, para que conozcas las últimas investigaciones en relación con el daño que produce el aluminio, y la importancia de evitar los productos cosméticos como los desodorantes, que contengan este elemento.
Habiendo sido estudiadas durante varios años, se sospechaba que las sales de aluminio en los antitranspirantes y protectores solares promueven el cáncer de mama.
En dos nuevos estudios, investigadores suizos y británicos reafirman el potencial carcinogénico de las sales de aluminio para la glándula mamaria humana.
Estos dos nuevos estudios fueron publicados en la revista científica International Journal of Molecular Sciences, por parte de un grupo de investigadores del Centro de Onco-Hematología Hirslanden Clinique des Grangettes en Suiza y la Universidad de Oxford. La zona de las mamas es en este caso la más afectada como consecuencia de su “relación de proximidad con las axilas” y una serie de ganglios conectores importantes.
En estudios de laboratorio anteriores, tanto en células humanas como en ratones, los investigadores ya habían demostrado que las células mamarias cultivadas en presencia de concentraciones de aluminio se vuelven capaces de formar tumores metastásicos muy agresivos. Esta vez, intentaron comprender las vías bioquímicas o el "mecanismo de acción" por el cual las sales de aluminio ejercen su efecto cancerígeno sobre las células mamarias.
El metal ingresa a las células y causa inestabilidad genómica. Los investigadores expusieron células de hámster a sales de aluminio in vitro, y notaron que las células no solo asimilaban el metal rápidamente, sino que también, en 24 horas, apareció inestabilidad genómica en estas células. Además, la investigación realizada muestra que el aluminio altera el ADN de las células. Los científicos recomiendan que los usuarios prohíban cualquier cosmético que contenga menciones de aluminio.
Usa desodorantes naturales o fabrica uno tú mismo. También puedes conseguirlos en tiendas naturistas o bioferias.
Haz una pomada de aceite de coco y bicarbonato de sodio en partes iguales y pon unas gotitas del aceite esencial de su preferencia.