Dr. José Luis Pérez- Albela
Médico cirujano
Médico naturista
C.M.P. 18164
PERÚ
Con frecuencia, ciertas zonas del cuerpo se consideran particularmente receptivas al tratamiento mediante el masaje, la acupuntura o la sanación inductiva. Estas técnicas se restringen a determinadas áreas y son útiles; pero tienden a volverse fragmentarias y pronto excluyen o desatienden el hecho de que el cuerpo debe verse como un todo.
Esas áreas específicas del cuerpo reaccionan con mayor rapidez debido a que, por regla general, se han descuidado y, por lo tanto, están estimuladas de manera insuficiente.
Las orejas, que son extensión y reflejo de todos los órganos corporales y sus condiciones, se han deteriorado y atrofiado rápidamente en las generaciones recientes. Por ejemplo, la configuración de los lóbulos auriculares nos informa con veracidad acerca de la capacidad del individuo para ser feliz, de su potencialidad biológica y hasta de su fortuna. Cuando estas disposiciones y cualidades son positivas se manifiestan por medio de lóbulos carnosos, largos y colgantes, bien separados de las mejillas. Todas las personas con un gran sentido de la espiritualidad, los filósofos y aun aquellos que tienen éxito en el sentido material, como los millonarios y financieros, poseen esta clase de lóbulos auriculares. Ahora, muchas personas, incluidas algunas de la casta hiperactiva de los financieros, tienen lóbulos subdesarrollados, arrugados y fuertemente adheridos a las mejillas. Esto es signo de un organismo deficiente y agotado. Por tanto, denota falta de equilibrio.
La forma del resto de la oreja muestra de manera certera las condiciones físicas y mentales crónicas de la persona. Debido a esta relación inductiva, el tratamiento local de la oreja mediante la digitopuntura corrige con eficacia padecimientos funcionales.
Así, el hecho de jalarse de las orejas puede considerarse un procedimiento eficaz para corregir alguna condición orgánica e incluso para restablecer una función. El lavado con mucha agua fría por detrás y alrededor de las orejas también puede considerarse un buen masaje restaurador.
La oreja es un órgano sensorial complejo provisto de cien acupuntos. Su accesibilidad lo hace notablemente adecuado para la estimulación con los dedos o con agujas.
Los orígenes de algunas de estas técnicas se han perdido en la antigua tradición oral; otras son puramente intuitivas, y muchas personas aún hoy en día tuercen y jalan sus lóbulos auriculares cuando están perplejas, con lo cual reinventan con espontaneidad la técnica sanadora.
DIGITOPUNTURA EN LAS OREJAS
Este masaje de la base del cuello es excelente para aliviar, distender y tonificar el corazón. El masaje que va desde la escotadura supra esternal debajo de la prominencia laríngea hasta el vértice del esternón al final del recorrido, despeja los pulmones y la garganta (con lo cual se trata casos de asma y tos).
Los masajes en la nuca y el cuello eliminan las contracciones, restablecen el libre movimiento de las vértebras y mejoran la circulación sanguínea en la columna vertebral y el cerebro. Las mejoras son múltiples, en particular en casos de cefalea, torticolis, insomnio, trastornos de la vista e irrigación sanguínea de los ojos. La nuca está a su vez relacionada con todo el cuerpo por las vértebras cervicales y el bulbo raquídeo. Se acumula a menudo en la base del cuello y en la parte superior de los hombros, una contractura que conviene eliminar colocando unas ventosas, reflexología clínica y yoga. Esta precaución es excelente para desintoxicar la zona y restablecer una buena circulación en la nuca y el cerebro. Antes de colocar las ventosas, pellizque la piel en tres puntos, y cuando esté colocada la ventosa, masajee cada lado para estimular la circulación sanguínea.